Los pasados días 14, 15 y 16 de Noviembre se celebró un nuevo certamen del CIMASUB, el Ciclo Internacional de Cine Submarino de San Sebastián en Gipuzkoa (Euskadi).
Desde su creación a comienzos de los setenta, el objetivo del festival ha sido dar a conocer y acercar el mundo subacuático a todos los públicos, mediante la proyección de documentales y los concursos de fotografía o video. Aunque el ciclo es mucho más...
Parece mentira, pero la primera vez que asistí al festival fue en el año 2017, y digo que parece mentira porque después de tantos años teniendo como pasión la mar no me había acercado aún a ninguno de los certámenes realizados. En la vida de un buceador, hay momentos que se quedan grabados a fuego, en mi caso, uno de ellos fue esta edición del CIMASUB 2017, en la que asistí como ponente para impartir una Master Class dentro del Aquarium. El título de la noticia que salió en prensa fue "El apneísta Mario Lázaro llena de magia el Aquarium de Donostia", y si me paro a recordar lo vivido aquel fin de semana, exactamente fue eso: magia. Esa magia surgió de la mezcla de muchos factores: el buen ambiente que se vivía entre la organización y los participantes, el anfitrión de excepción que tuve (gracias David Sanchez), la posibilidad de conocer al que fue el motor del ciclo durante tantos años, Francisco Pizarro, o el perder el aliento cuando vi el anfiteatro a rebosar antes de presentar mi charla.
Pero este año fue diferente, ya que el punto de vista iba a ser como espectador, así que en la mañana del sábado un gran amigo y yo pusimos rumbo a San Sebastián para disfrutar de una excelente jornada. Desde primera hora de la mañana el CIMASUB nos sorprendió con el Txikiciclo, donde de la mano de expertos científicos, biólogos y divulgadores pudimos constatar el mal estado en el que se encuentran nuestros mares y océanos. Fue muy emocionante ver el interés que mostraron los niñ@s junto a sus padres y madres ante las explicaciones que se daban para intentar frenar el daño que estamos infligiendo a nuestro planeta.
De pinchos
Con el estómago rugiendo y paraguas en mano (porque no paró de llover en todo el día) nos dirigimos a la Parte Vieja de San Sebastian, donde estuvimos durante dos horas recorriendo sus calles y saboreando la ciudad en sus bares, tascas, txokos y restaurantes. Es difícil poder aconsejar un establecimiento ante la calidad y diversidad que hay, por lo que mi recomendación es que nos perdamos por las arterias de esta ciudad mágica y nos dejemos guiar por nuestro olfato, seguro que damos con el sitio correcto.
El Aquarium
Habiendo recargado nuestras pilas y tras un café cortado para despertarnos de la opípara comida, nos fuimos acercando al Aquarium. Con la temperatura que teníamos en el exterior, agradecimos entrar en la instalación y poder disfrutar de ese microclima que generan sus más de 31 acuarios dedicados al Cantábrico-Atlántico y Mares Tropicales. Siempre que visito el Aquarium tengo sentimientos encontrados, me explico: es un privilegio poder disfrutar de la esencia de todos los océanos y mares del mundo en un recinto cerrado pero a su vez sé que el cautiverio no es el estado en el que debieran estar todas esas especies. Desde niño he sido un apasionado de la acuariofília, incluso ya de adulto estuve una temporada montando acuarios para una empresa, por lo que estas sensaciones agridulces se matizan, en parte, ya que conozco de primera mano a muchos de los profesionales que trabajan en el Aquarium y me consta que sus habitantes están en unas condiciones óptimas.
La Gala
Durante la tarde-noche llegamos al cenit del CIMASUB, durante el cual pudimos disfrutar de las proyecciones de los documentales que ocuparon los primeros puestos, la entrega de trofeos a sus creadores y el emotivo homenaje que recibió el gran documentalista Rafa Herrero Massieu, al que se le concedió el premio especial “Francisco Pizarro”.
Seas apneísta, buceador con botellas, pescador submarino, surfista o simplemente un amante del mar deberías regalarte al menos una vez el asistir a una edición del CIMASUB…te aseguro que repetirás.
Espero que disfrutéis del pequeño video-resumen que he grabado y que podáis vivir en primera persona lo que es... “Un día en el CIMASUB”
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