Este 17 de enero se marcará en el calendario de la apnea como una fecha histórica: Walid Boudhiaf ha conseguido descender a la asombrosa cota de los 150 metros en la disciplina de peso variable, donde bajó con una suerte de trineo lastrado y realizó el ascenso mediante la propulsión de su monoaleta. Esta marca estaba sin batir desde el año 2015 cuando el griego Stavros Kastrinakis descenció a 146 metros.
Nacido en Francia pero criado en Túnez, este extrovertido apneísta no descubrió la apnea deportiva hasta que, durante su estancia en Colombia, tuvo la suerte de conocer a dos hermanos sanandresanos que le introdujeron en lo que conocemos como apnea deportiva.
Aunque según él mismo, tenía facultades innatas para descender allí donde el azul se transforma en negro, los logros de Walid son fruto de la constancia, la disciplina y el tesón. Sin estas características, seguramente hubiera sido un buen apneísta, pero precisamente la suma de ellas ha sido la clave para que haga historia.
Después de escucharle espero que tengáis la misma sensación que tuve yo cuando le conocí: Walid es uno de esos apneístas a los que todos quisieramos tener en nuestro círculo de compañeros de inmersión. A una desbordante pasión en todo lo que hace bajo el agua, se le une una personalidad afable y magnética fuera de ella. Esto es algo que bien conocen sus alumnos, a los que imparte clases como Instructor AIDA en los dos centros de apnea que fundó en la isla de Curaçao y en Colombia: el Oceanquest Freediving Center y Freediving Colombia.
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