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Test de productos de MARES

Apnea Norte en Marepolis

Una idea en la cabeza

Antes de la pandemia, y durante mi estancia en Coruña con motivo de la celebración de uno de mis cursos de Apnea, fuimos a cenar el grupo de alumnos que habían asistido al mismo.

Entre anécdotas y vivencias submarinas uno de ellos me preguntó si había estado en la famosa piscina italiana ubicada en Padua Y-40 “The deep joy” a lo que respondí que no había tenido la oportunidad. También me consultó si conocía la existencia de alguna piscina con características similares en España a lo que le contesté que me sonaba que había un proyecto para construir una en Madrid.

Años más tarde esa conversación volvió a mi cabeza y le planteé a ese mismo alumno, que hoy en día es un gran amigo, la idea de organizar un viaje a la piscina más profunda de la península: Marepolis en el X-Madrid de Alcorcón.

Marepolis

Marepolis se inauguró en el 2020 y está en el interior del centro comercial X-Madrid, un espacio comercial y de ocio “diferente”, con una gran variedad de actividades deportivas para los más atrevidos.

Así que lancé la propuesta en los grupos de whatsApp que administro, donde están todos mis alumnos (de diferentes comunidades autónomas) y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba realizando las gestiones pertinentes para poder reservar el foso.

Gracias a uno de los miembros de Marepolis, Alicia, el proceso fue un camino de rosas y me facilitó toda la información necesaria para que nuestra estancia el fin de semana del 12 al 14 de mayo fuera una experiencia única. Tuvieron varios detalles que muestran la profesionalidad y el trato esmerado que tienen las personas que se desviven por sus clientes.

El viernes por la noche y después de muchísimos mensajes cruzados los días previos, nos juntamos por fin los dos grupos que íbamos a realizar las inmersiones en la piscina. Tenía muchísimas ganas de que ambos grupos, vascos y gallegos, se pudieran conocer. Yo conocía a cada uno de ellos y tenía la certeza de que el flechazo sería inmediato, como así fue. Les miraba y parecía que estuviera viendo a amigos de toda la vida que se habían reencontrado después de muchos años. Para mí como el instructor de todos ellos, fue un momento mágico.

Nos alojamos todos en el Hotel Ibis Budget de Alcorcón, un establecimiento que cumplía de sobra con lo que necesitábamos para ese fin de semana: cercanía a la piscina y un precio económico.

Material recomendado

El sábado por la mañana acudimos al X-Madrid donde con una sonrisa nos dio la bienvenida Eva, la responsable de formación, una magnífica anfitriona que nos enseñó las instalaciones y orientó de todos los servicios con los que cuenta Marepolis.

La primera sesión fue una toma de contacto con el impresionante foso. Tiene un perímetro de 7 metros y 20 metros en su parte más profunda con un agua a una temperatura de unos 25 grados que mediante energía solar térmica calienta el más de un millón de litros de agua de volumen. Con estos parámetros os recomiendo que llevéis un traje de 5 mm de dos piezas si vais a estar un par de horas o uno de 3 mm si vais a estar sólo una hora. Respecto a la máscara una con poquito volúmen o una pinza será suficiente. A la hora de elegir el lastrado contad con que podéis quitar cerca de un kilo de la cintura, al flotar menos en agua dulce que en la salada.

En mi caso aproveché para testar varios productos que Mares me había enviado esta temporada, de los que más adelante haré un review detallado.

Nosotros llevamos los equipos de casa pero en el centro disponen de todo lo necesario: trajes, máscaras, aletas, boyas, lastre etc.

Primera inmersión

La primera sensación que tuvimos al flotar en la superficie del foso es la de “vértigo”, al estar el agua tan clara parece que no haya líquido. Contábamos con dos boyas y dos cabos para entrenar a los que fuimos rápidamente tras organizar los dos grupos.

Ante todo, seguridad: en cada cabo un apneista realizaba la inmersión mientras que otro velaba por su seguridad. Tenía preparado un planning de entrenamiento exigente  por lo que las bajadas se sucedían una tras otra sin practicamente interrupción. 

El foso es un lugar excelente para trabajar la compensación y diferentes técnicas para mejorar nuestra propulsión bajo el agua. Hicimos multitud de ejercicios para gestionar la flotabilidad, hangs con estáticas máximas en FIM (free inmersión),  aleteo en CWTBI (peso constante con aletas), técnica de CNF (peso constante sin aletas) giros en el cabo, simulacros de rescate y un largo etcétera donde trabajamos la acuaticidad e hidrodinamismo.

Al mediodía y después de comer recordamos la teoría de la compensación en la zona chill-out mientras tomábamos un café. Seguidamente nos metimos en el agua y trabajamos todas las técnicas de equalización a diferentes profundidades. La verdad es que las dos sesiones del sábado (de dos horas cada una) se nos pasaron volando por lo que es bueno tener claro qué es lo que vamos a trabajar y que no se nos vaya el tiempo en saber qué es lo que toca en cada momento.

Durante la cena comentamos las primeras impresiones del día; a casi todos se nos hacía “raro” el bucear en agua dulce ya que tenemos la suerte de contar con costa al lado de casa pero coincidíamos en la utilidad de una instalación como ésta para mejorar mucho las destrezas acuáticas en poco tiempo. En el X-Madrid hay también una magnífica piscina de olas, Honna Surf Hub, y uno de mis alumnos que es profesor de surf veía muchas similitudes para la mejora de las habilidades sobre la tabla. Y ya sé que donde esté el salitre se quite el cloro…

CNF

Al día siguiente nos centramos en la técnica de CNF por lo que muchos optamos por trajes monopiezas para tener más libertad de movimientos en el tren superior e incluso las primeras bajadas alguno las hizo sólo con el bañador. También aprovechamos para sacar alguna foto más artística para tener de recuerdo y ya que hablo de fotografía os recuerdo a los que llevéis cámara que los parámetros tendréis que modificarlos para captar la mayor cantidad de luz posible ya que a partir de la mitad del foso tenemos muy poca. Así que ya sabéis…velocidades lo más bajas posibles y tirar de ISO.

Con este último chapuzón nos despedimos de Marepolis hasta el año que viene (ahora toca mar) no sin antes dar las gracias a todo el equipo que nos atendió y nos hizo la experiencia muchísimo más fácil y completa. 

Después de comer pusimos el coche rumbo Norte y entre risas y anécdotas ya estamos mirando el calendario para repetir el trip el próximo invierno.

Os dejo en imágenes lo que fue un fin de semana repleto de fantásticas sensaciones: